La Bodeguita


20 de diciembre de 2009

Carta para Verlaine


No me busques pues el demonio que inspira tus poemas son iracundos de cobardía y miseria.
Soy el ego conformado por tu idolatría, el asemejar de tus lamentos de sangre. ¡Verlaine eres mediocridad me has abandonado! con tus resquemores lleno de odio, te maldigo a ti y a tus poesías. El apetito voraz de mi silencio es el recuerdo que comerás día a día.
La suave brisa no es más que un tornado transformándose en ira. Olvida los misterios esos los resuelvo, recuerda que la poesía es que escribir en un instante es el martirio los pocos locos que la padecemos...
No soy ni quiero ser parte de hechiceros, brujos y demonios sueltos. Soy la libertad conformada por mi escritura en ella me envuelvo, en ella me asemejo y en ella he de padecer el verdadero amor inmortal.

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